Hola, soy Mónica.
Supongo que yo comencé, como muchos, negándome a aceptar un diagnóstico.
Realicé varias consultas con la esperanza de que hubiese un error, no podía tener Leucemia Mieloide Crónica (LMC). Aún con resistencia y gracias a Dios, hace ya más de diez años, decidí atenderme en “Fundaleu”.
Allí encontré más que un Doctor, un Señor Santiago, que fue un gran ser humano. Y cuando yo manifesté que no quería ser punzada nuevamente, porque sentí una tortura, me dijo: ” No es necesario, para qué poner más carga en tu mochila si se puede ver con una extracción”, igual el diagnóstico no cambiaba y todo lo que me dijo se fue dando con el tiempo.
Allí todos desde las secretarias, extraccionistas y doctores me contuvieron, me acompañaron y me guiaron. Me hicieron ver la importancia de la adherencia a un tratamiento, tratamientos que seguirían evolucionando y el día de hoy se continúa investigando. Siempre fui prolija con las tomas y controles. No me resultó fácil, pero se puede alcanzar la remisión completa, yo la alcancé! Pero igual me sentía un poco dependiente, hasta que un día mi Dra. Carolina me sugirió entrar en un “Protocolo” porque cumplía con los requisitos, por fin iba a dejar de tomar “mi medicación”. Con miedo, pero acepté.
Hace más de tres años que entré en el protocolo y suspendí la medicación. Lo único que no suspendí son los controles.
Me sentí liberada, sé que suena raro, pero debía estar pendiente de una toma diaria y tratar de estar tranquila luego de tomarla, porque me caía más que pesada y más aún si le sumaba los dos litros de agua. Pero uno queriendo seguir con su normalidad, busca la forma para llevarla todo lo mejor posible.
Sigo en remisión completa y reconozco que el haberme involucrado con el protocolo me resultó muy positivo.
Gracias a todos los que hicieron más llevadera mi mochilita, porque eso es muy valioso.
Espero que estas simples líneas sirvan para que vean que nosotros podemos, no digo que sea fácil, pero sí que es posible. Y con que le llegue no sólo a un paciente, sino también a alguien de su entorno, creo que ya habré puesto mi granito de arena.